El ETF de Bitcoin de BlackRock pierde casi 2.500 millones en noviembre

ByCriptomatica

21 noviembre, 2025 19:01 21 noviembre, 2025 19:01 21 noviembre, 2025 19:01

En noviembre de 2025, el ETF de Bitcoin de BlackRock (iShares Bitcoin Trust, IBIT) protagonizó una de las mayores crisis de confianza en el sector cripto desde su lanzamiento, registrando pérdidas acumuladas de 2.470 millones de dólares en un solo mes. Este episodio se produce en un contexto de alta volatilidad en los mercados tecnológicos y crecientes temores sobre una posible burbuja en el sector de la inteligencia artificial, factores que han amplificado la incertidumbre y el nerviosismo entre los inversores institucionales y minoristas.

El desplome del ETF de Bitcoin de BlackRock: cifras y contexto

El mes de noviembre marcó un hito negativo para los fondos cotizados de Bitcoin en Estados Unidos. El ETF de BlackRock, considerado el producto estrella para la exposición institucional a Bitcoin, sufrió salidas récord de capital. El 18 de noviembre, IBIT registró un retiro de 523 millones de dólares en un solo día, el mayor desde su debut en enero de 2024. Esta cifra fue solo el inicio de una racha de cinco días consecutivos de reembolsos netos, que elevaron las salidas totales a más de 1.425 millones de dólares en ese periodo. En el acumulado mensual, las pérdidas superaron los 2.470 millones de dólares, consolidando noviembre como el peor mes para los ETF de Bitcoin desde su creación.

El fenómeno no se limitó a BlackRock: el conjunto de los 12 ETF de Bitcoin al contado en Estados Unidos experimentó salidas superiores a 3.000 millones de dólares en noviembre, lo que evidencia una retirada masiva de capital institucional del sector cripto. Este éxodo coincide con una caída del precio de Bitcoin por debajo de los 90.000 dólares, un descenso de más del 30% desde su máximo histórico de 126.000 dólares alcanzado en octubre. La presión vendedora se intensificó a medida que el precio rompía niveles psicológicos y técnicos clave, como los 100.000 y 90.000 dólares, estableciendo nuevos mínimos desde abril.

El volumen de negociación también reflejó el deterioro del sentimiento: en las jornadas más críticas, el volumen en 24 horas cayó un 42%, lo que sugiere una menor disposición de los inversores a asumir riesgos en un entorno de alta volatilidad.

Factores macroeconómicos y tecnológicos: el trasfondo de la crisis

La crisis del ETF de Bitcoin de BlackRock no puede entenderse sin analizar el contexto macroeconómico y tecnológico global. En primer lugar, la volatilidad en el sector tecnológico y los temores sobre una burbuja en la inteligencia artificial han generado un clima de aversión al riesgo. Las grandes tecnológicas, que durante años han liderado el crecimiento bursátil, enfrentan ahora dudas sobre la sostenibilidad de sus valoraciones y la rentabilidad futura de sus inversiones en IA.

Este cambio de percepción ha tenido un efecto dominó sobre los activos considerados de mayor riesgo, como las criptomonedas. La incertidumbre sobre la política monetaria de la Reserva Federal también ha jugado un papel crucial. La probabilidad de un recorte de tasas en diciembre cayó del 80% en octubre al 40% en noviembre, lo que llevó a los inversores a revaluar sus carteras y a buscar refugio en activos más seguros. Además, el Tesoro de Estados Unidos incrementó la emisión de bonos, absorbiendo liquidez del mercado y elevando el rendimiento de los bonos a 10 años por encima del 4,11%.

En este entorno, los inversores institucionales que ingresaron al mercado de Bitcoin a través de los ETF se vieron especialmente afectados. Según datos de Glassnode, la base de costo promedio de estos inversores se situaba en torno a los 89.600 dólares. Cuando el precio de Bitcoin cayó por debajo de este nivel, la mayoría de las posiciones pasaron a estar en pérdidas, lo que aceleró la ola de reembolsos y ventas forzadas.

La situación se agravó por la toma de ganancias de los tenedores a largo plazo, que aprovecharon el rally previo para liquidar posiciones y asegurar beneficios, contribuyendo así a la presión bajista.

Impacto en la confianza y en la adopción de criptomonedas

El desplome del ETF de BlackRock ha tenido un efecto directo en la confianza de los inversores en el mercado cripto. Un analista financiero resumió el sentimiento predominante: “La incertidumbre en las grandes tecnológicas está impactando la confianza de los inversores”. Esta percepción se refleja en la desaceleración de la tasa de adopción de criptomonedas, especialmente entre los inversores institucionales que habían visto en los ETF una vía regulada y relativamente segura para exponerse a Bitcoin.

La salida masiva de capital de los ETF ha puesto en entredicho la narrativa de que la llegada de grandes gestoras como BlackRock supondría una estabilización y maduración del mercado. Por el contrario, la experiencia de noviembre ha demostrado que incluso los productos más institucionalizados no están exentos de la volatilidad inherente a las criptomonedas.

El efecto contagio se ha extendido a otros productos cripto, como los ETF de Ether, que también registraron salidas significativas en el mismo periodo. El nerviosismo se ha traducido en una menor entrada de nuevos participantes y en una mayor cautela por parte de los actores existentes, lo que podría ralentizar la adopción y el crecimiento del ecosistema cripto en los próximos meses.

Perspectivas y lecciones para el sector cripto

La crisis del ETF de Bitcoin de BlackRock deja varias lecciones clave para el sector:

  • La volatilidad sigue siendo un riesgo estructural en el mercado de criptomonedas, incluso para productos regulados y gestionados por grandes instituciones.
  • La confianza de los inversores es extremadamente sensible a factores externos, como la situación macroeconómica global y la percepción sobre otros sectores de alto crecimiento, como la inteligencia artificial.
  • La liquidez puede evaporarse rápidamente en momentos de pánico, lo que amplifica los movimientos de precios y dificulta la gestión del riesgo.
  • La adopción institucional no garantiza estabilidad: aunque la entrada de grandes gestoras aporta legitimidad, también introduce nuevas dinámicas de comportamiento colectivo que pueden agravar las caídas en situaciones de estrés.

De cara al futuro, el sector cripto deberá afrontar el reto de recuperar la confianza y demostrar su capacidad de resiliencia ante shocks externos. La regulación, la transparencia y la educación financiera serán elementos clave para evitar episodios similares y para consolidar una adopción sostenible y responsable de las criptomonedas.

Para los inversores con conocimientos básicos e intermedios, este episodio subraya la importancia de entender los factores macroeconómicos y de mercado que influyen en el comportamiento de los activos digitales, así como la necesidad de gestionar el riesgo y diversificar las estrategias de inversión.

En conclusión, noviembre de 2025 quedará marcado como un mes de inflexión para el mercado cripto, en el que la combinación de factores tecnológicos, macroeconómicos y de comportamiento colectivo puso a prueba los límites de la confianza y la estabilidad en el ecosistema de las criptomonedas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *